Te
regalo una flor,
para
que su color
agobie
tus pestañas.
¡Qué
incertidumbre se me forma
cada
vez que te veo!
Te
regalo otra flor,
o
talvez la misma.
Tu
ligero paso me disloca las pupilas
y
tu silueta difusa,
ante
mis ojos empañados,
me
evoca somnolientos paisajes.
Te
regalo una flor
para…
quererte
y soñarte.
©
No hay comentarios:
Publicar un comentario