lunes, 29 de febrero de 2016

En talón tenaz


El frío me recuerda una canción
en la que corro con agujas en los dedos,
en una calle brava de vientos y miradas
y un sentimiento de “trasandar”.

Muchas personas con defectos
se paran en la piedra "garrasposa";
esta se regenera en roca
y suena placentera;
y después alguien le grita a las personas:
“¿Qué has hecho, por qué estás allí?

El frío  me hace quebrar los carpos.
¡Hay tanta gente observándome!, y,
aunque los busque, no consigo verlos.

Y se me derrama todo objetivo
por el costado del bazo.

El frío ya no me hará temblar
ni me moverá para refugiarme.
Esa línea delgada ha girado
y me lleva a un soterrado camino
donde ni siquiera me he preparado.

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